“Otrora”
Vino a buscarme,
yo no estaba.
Era un hueco en la mente,
una espada oxidada,
una aguja ínfima
en el inmenso alfiletero.
Un sombra
entre muchas sombras,
demasiada pregunta agria,
vaho de ausencia y lo contrario.
Era muerte o vida,
era vida, otrosí muerte...
Vino a buscarme
desde un otrora.
Además de nada, trajo
verdades agotadas,
escamoteadas al viento.
Pero yo no era, no estaba,
y nada más.
El mal se pliega al mal,
seducción famélica,
aquel bien ya no está,
solo pasó de largo…
Un raptor y un halcón,
en resumen… ¡evolución!
El hueco dejo de serlo,
creció en oración y ceniza
camino del sepelio.
Vino a buscarme,
alzó vuelo mi halcón,
gruñó resuelto el raptor
bajo el izquierdo.
Vino a buscarme,
y ya no soñaba,
...pasó de largo.
-A-diós... gracias-
Caminamos y vivimos...y evolucionamos, para bien o para mal...nos movemos...asi que las búsquedas a veces aun deseadas son futiles...Si llego con verdades agotadas poco habia que hacer ...magnifico tu poema...un abrazo
ResponderEliminarGusto de tenerte nuevamente por aquí, Alfonso,...
ResponderEliminarLas 'verdades' con el tiempo se demudan hasta adoptar su verdadera apariencia, se agotan por su propia debilidad y desaparecen sin dejar rastro ni memoria. Quizá nunca fueron tales, tal vez solo eran el reflejo de una época teñida de falsedad o de ausencia... Pero, ¿quién sabe lo que es verdad o lo que es mentira?... hay tanto 'cristal' como arco iris en el corazón que evoluciona, y siempre muere...
Gracias por tu participación, un fuerte abrazo.
Todo cambia, todo acaba...me ha gustado leerte poeta
ResponderEliminarUn abrazo
Stella