Juan Sánchez.
Este ambiente social insalubre, malsano, indisoluble a primera vista, y a segunda y a tercera, parece dar la razón a todos aquellos que apuntan la posibilidad de que se nos esté yendo la ‘pinza de la ropa’, el tendedero y los calzoncillos de pata acampanada, a retomar los vientos de la ira. Descostillaos como estamos, por tanto regodeo en el obligo propio sin reparar en el desmadre que ocultaba esta, esa y aquella ralea política…
Todo era tan excelso, incluso la corrupción indolora, cuando nuestros posibles iban viento en popa y a todo trapo, embarcados en aquel desenfreno de gasto y desperdicio de un mañana que hoy nos embarga el raciocinio. El mañana nunca se retrasa, y nos ha pillado con el cuerpo del delito en nuestra despensa medio vacía, medio llena, de sospechosos“cadáveres exquisitos”.
No hay más que darse un vueltecica por los variopintos medios de comunicación – En algunos casos, pasados de descaro afín a ‘la verdad’ y factura que te paso al cobro-, o incomunicación social, y destripar el mondongo pletórico de esa mierda que se nos vienen encima. Lejos, muy lejos de brillar la cordura en las presuntas mentes pensantes y decisorias, nos topamos de morros con un ajuar de decisiones ‘in extremis’, rescatadas del fondo de armario de Frankenstein, para resucitar este ‘fiambre’ de nación a base de calambrazos en los pelendengues y el bolsillo de esta inope plebeyez. Entre tanto, sus señorías siguen disparando con pólvora de rey en ese coto cerrado llamado ya gobierno yo pa mi, si eso, – O en un campamento de Botsuana, y me escorromoño otra vez más a cuenta de tanto súbdito ‘monarquizado’. Mejor nos saldría se quedase disfrutando de una real zarzuela de merluzos, que salga a la calle a que le siga cagando la real moscarda-, y si queda algo pa mis primos del ‘zumo y zigo’ zampando higos y brevas desorejadas: esas sanguijuelas bandoleras, vamos, que no vamos a cumplir con la cuenta de desahuciados.
Esto no son recortes sociales. Esto es cagarse literalmente en el presente y el futuro de la nación por mayoría parlamentaría y con efecto retroactivo. Absolutamente centrados en mantente mientras cobro mis emolumentos de marqués de tocotelpijo, y lo que tenga que seguir tocando-te, pa seguir yo cobrando. La pinza ida es poca cosa. Y llego a la dolorosa conclusión de que estamos gobernados por meros ineptos, irresponsables o, simples-mentes, locos, ¡pijo!, rematada-mente ¡loc@s!
Tú date cuenta lo estupendamente que están desmadrando el patio de butacas, que no se fía de nosotros ni la madre que nos trajo. Por no decir los mercados internacionales. Aunque de casi todos es sabido que ese es el juego, ¿no? Desestabilizar mercados y, a río revuelto, ganancia de los avaros. Me pregunto, en un mundo plagado de dolor y de miseria, sabrán estos tipejos que su dinero solo puede comprar más dolor y más penuria. Van a ser la gentuza más rica del cementerio. Fijo.
La muy afamada 'Pava de la Arboleja' (Coliflor) |
Eso no justifica este ‘Armagedón’ de su-presión y recortes al segmento social más desprotegido y vapuleado por esta jodida crisis en la mente del estado. Austeridad en las calles y capón o pavo real asado en palacio. ‘Pava de la Arboleja’ en la mesa del pobre, y miel sobre hojuelas en el banquete del trastornado; uy, perdón, del señor y mamo. Como se ponen las cabezas, Mariano, pues no que voy y le digo sinvergüenza al ‘aparato’ estatal. En caja te dejo un acto de contrición y tres padrenuestros por el perdón de mis pecados.
De todas maneras y formas, esta crisis se presenta como la gran oportunidad. Es la ventana eternamente cerrada a cal y llanto, que se abre de par en par para que podamos ver las tenebrosas porquerizas ocultas al ciudadano. Y esto solo acaba de empezar.
De verdad, se nos va la pinza más de la cuenta. Y a unos más que a otros.
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Muchas gracias. JSP 3.0