jueves, 15 de septiembre de 2011

Tangencias y otros 'logaritmos' del poder


“De tangencias y otros "logaritmos neperianos" del poder”

Juan Sánchez.
Sin indagar en demasía en los espacios euclídeos del inframundo de la política, a poco que sepamos observar los pasos hacia el asalto al poder, se nota la presencia, cual vaharada de baalzebú en el pescuezo, de aquellos enteradillos, farfulleros y semíticos implicados en una campaña electoral.  Tal que aborrecibles desinencias verbales por conjugar, lastrados cual sacos terreros en las costillas del legionario descarriado, soldados al rocaje vivo como encelada y ardorosa lapa caribeña en época de ciclones con nombre de mujer, –por qué siempre les ponen nombre femenino- se enquistan en el programa aquellos que esperan la componenda, el apaño, la compensación por sus galantes gorgoritos con silvestres florecillas de plástico y cajitas de ‘bombones’ de color morado de a quinientos napos, que muy ladinamente han sembrado en los corazones de hierro dulce de sus pupilos, culiprietos aspirantes al estado de la felicidad institucional.
El poder, ¡ah el poder! todopoderoso, o casi. Enchulado, burlado cual cornudo apaleado, ha de subvencionar el lecho, el bebercio y los profilácticos para dar por saco al pueblo. Y reverenciar sin limones ni peros (De la pera limonera) a los financieros, al paso bajo palio de esos dividendos (De dividir a partes iguales) y la calderilla para sobornar borregos: “Tancredos” en la corrida del toro ‘Islero’. Y nosotros tan ciegos, lo justo de idiotas, cual sereno sin llave para el portal de los recuerdos. O casi. Son los entresijos de “quita y pon gobiernos”... en realidad, desgobiernos, o setas de la Bernarda, mejor.

Soldados venidos a menos ‘capados’ en mil batallas contra el crudo invierno (Infierno). El temor cetrino apretado, dentera cual velorio de votos mudos y beat@s con mantillas y lengua en celo. Se van por el camino los ‘siete niños’, se van con la esperanza de la gente, se van zorrunos, callados como putos, pero al fin se van. Ojala nunca vuelvan. Ojala se seque su vientre, su alma y sus monederos. Que de tratos entre números neperianos, ya sabemos quien ha de pagar los ceros.

El poder y sus algoritmos sincopados que nunca dejan de ser los mimos. Cuello tieso de tanto mirar para no ver, de tanto rezar sin dios –salvo el dinero-, de tanto derrochar la ilusión ajena. Robada, usurpada al niño que no sonríe, a la barriga hinchada de muerte fresca, al pecho reseco de una madre seca. Poder de numerología funesta. De vicios negros e higueras secas. De-votos vendidos a espaldas de la vergüenza. Poder que apesta a componendas y trato de blancas y sepias: ¡las papeletas!
Logaritmos y tangenciales tretas para usurpar la voluntad del pueblo, antes incluso de ser abierta: ¡las urnas! Comadres aborteras, preñadas de añejas ‘brevas’, de guardianes entre el negro centeno, de inveteradas habituales “tetas”. ¿Y os llamáis gobernantes?... ¡qué pena! Carros y carretas llenas de piedras para lapidar la jeta de esas alimañas y otras bestias. Dioses mundanos, tratantes de ganado humano. Vendedores de mierda seca, al precio de oro blanco, o rojo sangre, al precio de una esperanza muerta. ¿Y os llamáis gobernantes?… qué pena, de verdad, ¡qué pena!
Y aquellos otr@s, los tangentes al poder. Los ‘arrimados’, los financieros, los mercaderes de gusanos, los compra-vende patrias, los más admirados, ¡los pordioseros! Ell@s, que gastan corazones de poliestireno, de goma-espuma, de goma-2, de gomita en el prepucio de sus billeteros. Los más envidiados, los más rendidos al demonio del hierro frío y el fuego tuerto. Ellos, los que ponen y quitan diosecillos del rastrojeo, del insular mundo de ‘Barataria’, del presidio de los anhelos sin freno y marcha atrás. Aquellos que gritan para tener razón. Gritan con dinero, con cañones, con puñales trapaceros. Con mentiras, gritan, con lenguas de usureros. Aquellos que miran desde lo alto, casi, casi, rozando la cochiquera de los necios supremos. Aquellos, ellos, vosotros, los comemieldas a carrillo lleno… ¡qué pena!
“Tangencias y demás logaritmos neperianos (Marranos) del poder”: Hay que ver qué bien estamos, los poderosos, los financieros, los arrimados y sus gusanos mondongueros. Qué bien, qué bien, hoy comemos con Isabel, y mañana también… Una cosita, mis niñ@s, ese mañana se os va a torcer…
Saludos para casi tod@s. 

2 comentarios:

  1. El poder...no creo que corrompa lo que no puede ser corrompido...en cuanto a papeletas...me viene a la mente "Ensayo sobre la lucidez" de Saramago...ojala fuéramos capaces de darle esa bofetada sin manos al estamento político...acertado y crudo, ácido y real tu texto,Juan...un abrazo

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  2. Alfonso:
    Gracias por tu amable participación...
    El poder, el poder no puede ni queriendo. No puede, no sabe, ¡No quiere!. Nunca quiere hacerse entender del ciudadano: solo nos usa para su asalto y trepanación de la realidad.
    Una dicotomía conveniente.La disonancia perfecta, efectiva y efectista que cuadricula el círculo a efectos de su falsedad.
    El poder, su poder, mana de nuestra atención. Sin ella, dejan de ser poderosos.
    Saramago, su genialidad queda para el buen entendimiento de aquell@s que desean entender. En otra obra suya, 'Ensayo sobre la ceguera', nos ilustra sobre la realidad de una sociedad que se obstina en no 'entender'.
    Algún día, Alfonso, algún dichoso día, los hombres volverán a tener el control de sus vidas. Un fuerte abrazo.

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Muchas gracias. JSP 3.0

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