jueves, 17 de febrero de 2011

COLORÍN, COLORADO



Estoy muy cansado. Tan harto de soportar y sufrir a tanto inepto con cargo decisorio. Ver tantos desmanes, errores garrafales y meteduras de mano en la saca del ciudadano que no se enmiendan o se corrigen, de forma ejemplarizante, según prevé nuestra sacrosanta – y por lo visto sacro-sorda- legislación. Tanto sinvergüenza que se va de rositas y alardeando de sus fechorías, tanto saca-panzas que hizo su fortuna a costa del sufrimiento y la miseria de sus congéneres.
Harto, muy harto de salir a la calle y ver la diferencia entre quienes dicen gobernarnos y nosotros, los supuestamente gobernados. Mirar a mis vecinos y sentir su grito callado, su rabia contenida entre lamentos y esperanzas disecadas por la desazón que les consume. Caminar entre mi gente y no verlos ya reír con naturalidad, con ganas incontenibles de ser felices, con toda la fuerza de sus vidas. Abatido de oír las aflicciones de quienes no saben expresarlas, de quienes quieren protestar pero no aciertan con las palabras, o no les dejan decirlas en voz alta. Sentir la mirada de esos vagabundos del desempleo; miradas perdidas entre pensamientos desesperados, entre dolor y disimulo ante los suyos. Mostrando arrojo figurado, valor teatralizado para que sus hijos no duden de ellos y del mañana, y seguir haciendo malabarismos con esa porquería de subsidio que no llega ni para el alquiler… Ya nos les queda ni eso. Se lo han arrancado como quién le arranca el corazón a un animal herido, aún latiendo, ante sus ojos incrédulos, desesperados por seguir vivo.
Estoy muy harto, en serio, agotado, sobrepasado por tanta lucha infructuosa, tanta acidez en mis entrañas que va mermando, corroyendo esa entereza que otrora se alimentaba de mi propia rabia frente al disparate administrativo. Pero ellos, los políticos y sus secuaces en el poder, siguen tan panchos.  Oídos sordos al dolor ajeno, ojos ciegos por esa avaricia de poder y ese medrar en sus privilegiadas, doradas, depravadas carreras contra el ciudadano. Harto, muy harto de ellos.
Los amigos me llaman, me piden palabras, me piden ánimos para seguir luchando, pero mis argumentos comienzan a flaquear. Me asaltan tormentas de frustración frente a las artimañas del sistema, pero, impotentes, se disipan a la vuelta de cada esquina ‘ocupada’, habitada por una persona demolida que mendiga otro lastimero día para su vida. Y, qué puedo decirles salvo ¡sigamos en la lucha! ¿Qué es la vida sino una lucha continua? Esta vez, como casi siempre, contra nosotros mismos, contra aquellos que nos defraudan, nos traicionan y venden nuestra confianza al diablo de la codicia. Y eso los más avispados de entre ellos, que son los menos pero hacen mucho daño, eso si. Luego una legión de ineptos, insulsos, lameculos y borregos del poder, juegan al juego que les marcan. El despótico, nefasto jueguecito de entretener a la opinión pública con los cuentos de las mil y una noches. Noches de insomnes pesadillas en las entrañas de esos críos desmayados y abandonados por las decisiones de quién creía que mejor estaba creando leyes para prohibir mil y una tonterías. Mil y una insignificancias para orquestar la polémica y distraer el ciudadano de sus dolencias. Como con el fútbol, pero a lo bestia. De eso, ellos, saben muy mucho. Lo saben todo para manipular la mente y la vida del honesto ciudadano. Incluso saben ser terroristas de estado y salir indemnes de sus ‘zulos’ oficiales. Luego hablan del terror. En serio, estoy muy cansado, harto de ver tanto teatro y tanta sinfonía oscura entre los absolutismos del estado.
Me cuesta tanto escribir todo esto. Me duele tanto tener que hacerlo. O acaso pensáis que es grata esta labor, este encaje de bolillos para poner sobre el blanco de una página tanto disparate y tanta necedad de nuestros apoderados. Me gustaría que todo fuese cojonudamente, que todos viviéramos felices y contentos, como en el cuento. Pero la realidad es otra muy distinta. La miseria cabalga a galope tendido sobre nuestros hogares, y nos quebranta cual tren desbocado, sin frenos ni miramientos. Y los que nosotros votamos para descarrilar y desmontar a esa insensible locomotora, se paran en la estación del parlamento a mirar como nos descuartiza sin hacer nada de nada para remediarlo. Y nos cuentan el cuento de María Sarmiento, la que depositó su voto en una urna democrática y se lo llevó el viento. Bonito cuento, según ellos, claro. 
Bueno, pues, colorín colorado, y eso… Falta vara, ¡leches!, ¡falta vara!
Saludos para casi todos.

Juan Sánchez – 17-2-2011

12 comentarios:

  1. Ante este vómito de rabia, sólo me queda el más profundo respeto y la más total solidaridad.
    Sé que no sirve de consuelo, pero esta situación que denuncias, ha acompañado la historia y la lucha humana desde siempre. Se avanza a base de dolor y de sufrimiento.
    En fin habrá que seguir en la brecha.

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  2. Porque cuando se procesa a un politico corrupto el dinero nunca aparece ni nadie hace nada para que aparezca?
    Porque una parte de ese dinero, es para comprar los procesos legales y sus funcionarios, todo se resume a tapar los indicios, sospechas y pruebas con dinero.Por eso salen rapidito de la carcel a continuar sus fechorías.

    Son todos"presuntos",nada de procesar,hay que preguntale a los jueces sus honorarios por declararlos inocentes,alli queda parte del dinero.

    Uffffff, que asco!!!! y hay quien todavia defiende......
    Vaya buen post!

    Besos.

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  3. JUan ..suscribo todo lo que expones...excepto el desanimo....hay que seguir luchando, hay que seguir denunciando y hay que seguir exigiendo...y si es necesario dar un vuelco al sistema...se le da...sé que solo son palabras...yo soy de los que creen que hay que educar a la gente en la cultura...en que adquirir cultura es madurar como seres humanos y si esta cultura es gratuita, como la que aportais algunos desde vuestros blogs...mas sana aún.Y negarse a consumir...que es lo que hace que nos consumamos...y joder al capital...la banca, el ejecutivo...saltarnos las normas absurdas porque empiezo a tener dudas si es cierto que una mala ley es mejor que ninguna...depende de la ley y quien la aplique y sobre quién...no me extiendo más que me paso de largo...solo decirte que animo y sigue en la brecha...yo pienso seguir...un abrazo

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  4. Crear ciudadania empieza por escritos como este ..

    me ha gustado..

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  5. Amando:
    Este 'vomito' rabioso es consecuencia de una larga, muy larga, andadura por estos mundos inconcebibles e inhumanos de los disparates políticos.
    Me duele tanto tener que escribir sobre eso, pero es inevitable, es superior a mi. No sé, hay algo, alguien, muchos alguien que me obligan a alzar la voz para no callar. No sé si lo consigo, ese es mi más profundo deseo salido directamente del corazón.
    Habrá que seguir luchando, ante y sobre todo, no cejar en esta lucha por la cordura y esa otra realidad que se hace tan necesaria como obligada para la subsistencia de esta especie de locos humanos.
    Gracias por tu ayuda. Saludos.

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  6. Lore:
    El sistema se desmorona, no lo dudes ni por un instante. Todo, todo nos dice que se avecina un cambio sustancial en nuestra sociedad...Todo está podrido, casi todo, solo unos pocos resistimos la inercia de podredumbre que arrasa la faz de nuestro mundo. Estamos inmersos en una lucha terrible contra nosotros mismos. Hacer borrón y cuenta nueva, esa es la tarea que nos toca en adelante.
    Gracias, besos.

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  7. Sobra Gris:
    Hay veces que el desánimo se apodera de mi alma, o como quieras llamarla, pero, tras un corto periodo de reparación y puesta a punto, retomo está lucha que es de todos nosotros. El desaliento me puede, a veces, y casi estrangula mi voz, pero sabes, algo muy fuerte tira de mi, me arrastra, me da dos guantazos el la cara para que vuelva a la senda que me ha sido marcada, que nos ha sido marcada a todos aquellos que podemos hablar y, por ello, estamos obligados a hacerlo. Seamos multitud, seamos piña, seamos cuerdos frente a la esta locura que trata de borrarnos del planeta...
    Gracias por tu aliento, mil gracias por tomar el testigo.
    Aquí tienes un amigo.
    Abrazos.

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  8. Estrella, amiga estrella:
    Gracias por tu reconocimiento. Viniendo de ti, es todo un halago. Por ello, tu aprobación tiene un valor añadido.
    Ciudadanos, habitantes de una ciudad, de un país, de un orbe. Ciudadanos de un solo mundo unido.... algún día.
    Besos.

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  9. Bueno, al menos te ha servido para plasmarlo y desahogarte. Hace algún tiempo a mi me salió un post titulado REVOLUCION, y viendo ahora tanta revolución por el mundo no me extraña nada que escribas lo que escribes. Un abrazo.

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  10. Siempre nos queda el dercho a la pataleta, el derecho a protesta, nadie nos lo quita, quizá algún día sirva de lago, un saludo

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  11. Blues swing:
    El mundo anda bastante revuelto, de revolución en revolución, parece que no encontramos la manera de 'encontrarnos' a nosotros mismos. Lo cierto es que andamos algo extraviados de miras y de destinos. Y una pequeña 'revolución', de cuando en cuando, mantiene viva la cordura y la ilusión de esta especie de niños perdidos en un laberinto llamado vida.
    Abrazos.

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  12. Marian:

    Tus palabras, referidas al pataleo, me recuerdan un famoso pasaje del 'Tenorio':

    ¡Clamé al cielo y no me oyó!
    Y pues sus puertas me cierra,
    de mis pasos en la tierra,
    ¡responda el cielo y no yo!

    El pataleo, como medida social para dejarse oír, está muy bien. Pero ante estos 'sordos' que dicen gobernarnos, mejor pasar a la acción. Como, donde y cuando sea. Llega un momento en que la ciudadanía debe retomar las riendas de su futuro, siempre dentro del marco democrático, claro, y fomentar las iniciativas populares con miras a dar un fuerte 'tirón de orejas' al sistema, que parece no querer hacer sus deberes...

    Saludos, gracias por participar.

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Muchas gracias. JSP 3.0

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