domingo, 23 de enero de 2011

Con una mano en la cara...

               

Con una mano en la cara
para esconder la madrugada,
y dejar velado un suspiro
o un desierto del alba.

Con una mano entre besos
que no llenan su almohada,
y ríense burlones
de esa pena entre ‘calma’.

Con la mano en el alma,
ocultando la mañana
de alguna ingrata andanada,
de mercurios que reclaman,
de miradas que rehuyen,
de espejos que delatan.

Fusilando soldados sin paredón,
quebrando el reloj primero
carente de sol, de sal, de valor.
Honor, horror, señor
que aparta la cara para, así, llorar.
Con su mano en la llaga
para enjugar una lágrima,
que no llegue, jamás, al río
que lo arrastra,
que nunca regrese al mar.

Se ocultan los lánguidos fados
para no ser descubiertos,
para no negarle o dejarle amar.
Por eso la mano
dejó de jugar, a dar-se…
Y vuelta a empezar,
un comienzo que se agrieta,
le envuelve necio,
viste de negro y la mano niega
aquel sueño primero.

No lo sabe, no sospecha,
no sabe que puede ser ella;
y, aún lo supiera,
nunca verá la siembra
que tan verde le regresa.
Nunca será guadaña certera,
nunca, tras esta primavera,
será, por siempre,
camino sin reposos, de raposos,
será huida entre trigueras.

Una mano borrando su cara,
para que duela, más, el poema:
trenzando versos ingrávidos
que dicen de ella, dicen…
amantes, vivos, lacerantes,
ojos vacantes, cautivos
de una golondrina que sueña,
y vuela, y sueña, y vuela…”

               Juan Sánchez - 22-1-2011

2 comentarios:

  1. Precioso poema, es la primera vez que paso por tu blog, pero me pasaré
    te lo aseguro, porque merece la pena...

    Niña de ojos calmos, amantes, vivos, lacerantes,ojos vacantes, cautivosde una golondrina que sueña,y vuela, y sueña, y vuela…
    Bello y romántico, me ha encantado.

    Un abrazo.

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  2. Gracias, Lore, por tu participación, pasa por aquí cuando así lo desees, esta es tu casa... Abrazos. Juan.

    ResponderEliminar

Muchas gracias. JSP 3.0

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