Retroceder,
caminar quebrando el reloj,
y nada borrar, ¡no!
ni acaso la perfidia.
Crear mundos
a nuestra justa medida,
inmensidades intravenosas,
fronteras para una vida.
Universo de huellas,
pasos llenos de ella
y de dolor.
Crear un orbe virginal,
Y, ella, allí, estaría,
¡Para traicionarme!
Cual daga, de horror, forjada,
envenenada,
de vacuidad infecta,
presta, avarienta
por taladrar
mi inconsistente co-razón.
Infamia cruel, negación
que trajo la vida,
derribando murallones,
parapetos, cortafuegos,
creando, desde la nada,
desde el abismo ciego,
un alma cuasi parida.
Ausente aquella
y sus roñosas cadenas,
y así, dispuesto al fin,
asumir el gran teatro
de aviesos tramoyistas.
Más, por ello, hacerse calma
donde limpiar el 'miedo constante'
y rebrotar
en el esbozo de una sonrisa.
Juan Sánchez - 7-12-2010
Retroceder o esquivar quizás a la muerte (?) dueña y señora de los que estamos vivos.
ResponderEliminarCurioso poema.
un abrazo.
Neogéminis:
ResponderEliminarNo había lo visto desde ese matiz, pero quizá sea igual de válido para lo que comentas. En realidad, la 'parca' solo es una quimera, una falsedad que cobra 'vida' y se alimenta de los temores del ser humano y la negación de su temporalidad. Nos cuesta tanto dejar de ser 'eternos', y todo vale para esquivar la verdad que nos acecha al final del sendero. La muerte, como dijo algún erudito, no es el problema. Lo insufrible es la certeza del final.
Besos.
Si creamos mundos a nuestra justa medida, ¿por qué causa lucharemos entonces? El mundo es perfecto como es, en mi opinión... Sólo hace falta saber entender que es así.
ResponderEliminarUn beso
Toñi:
ResponderEliminarNo es tan fácil, no es tan sencillo como lo dices. 'Mundos a nuestra medida', solo es un forma de decir que cada uno creemos y creamos una realidad dentro de la realidad. Una forma de ver la existencia que se 'amolda' a nuestras necesidades y, de una forma consciente o no, alienamos el mundo exterior para que 'encaje' en nuestro mundo interior. El mundo no es nada de nada perfecto (Según nosotros, claro), por ello se lucha para cambiarlo. Desde siempre se ha trabajado para mejorarlo (El mundo 'real', claro) El mundo interior es harina de otro costal. Somos 'creadores', no lo olvides. Nuestra razón de existir es la creación de nuevos mundos, de nuevas posibilidades, de nuevos horizontes por realizar. El mundo no es perfecto ni por asomo, nunca lo ha sido y jamás lo será. Hay algo en esta especie de humanoides que nos impide ver esa 'perfección' del mundo real.
Besos.
es retroceder,buscar aquel dorado dueño,sueño quizas,utopias tal vez...no me gusta etiquetar...es muy bello tu poema! hermoso!
ResponderEliminarun abrazo
lidia-la escriba
A veces retroceder es avanzar y avanzar (sin mirar atrás) retroceder pues no aprendimos nada....a veces aprendemos tarde, al recordar, al retroceder...Que la parca es una quimera es cierto...que uno solo esta preparado para avanzar cuando le pierde el respeto a la certidumbre...es algo cada vez mas cercano al estado de mi alma...El final solo es el principio....me ha gustado tu poema...me ha hecho crecer aunque no lo creas...un abrazo,JUan
ResponderEliminarLidia:
ResponderEliminarSiempre tan amable y considerada. Retroceder desde la conciencia de un sendero errado, una rama que se agostó y mira hacia sus raíces con tierna madurez y esperanza en la benevolencia de los dioses. Una segunda oportunidad, casi nunca merecida, y menos probable, que solo se suele brindar a los más atentos y críticos con sus pasos trastabillados. Retroceder avanzando desde un punto de partida que tiene muchas similitudes con el final de un camino...
Gracias por tu complicidad y comprensión.
Besos.
Sombra Gris:
ResponderEliminarTalvez sea cierto que solo se avanza desde la abolición del temor a seguir creciendo. El miedo, ese parásito que nace en nuestra cuna y nos acompaña hasta la tumba, solo se vence desde la sabiduría última de que el final solo es un principio. Son palabras muy 'concienzudas' pero de escasa aplicación práctica, entre otras cosas, porque el miedo al final sigue enquistado en cada flujo eléctrico que pone en funcionamiento nuestra mente. Es complicado vencer el supremo impulso de esa supervivencia que nos obliga a venerar la existencia como algo físico, algo material, únicamente. La trascendencia del ser inmortal se da de puñetazos con el ser mortal donde habitamos. Y eso, es tan complejo de superar como entender que nuestro cuerpo solo es el caparazón de un aliento llamado vida...
Gracias por tu comentario, me hace ver más allá, y me alienta a seguir el camino que pensaba solitario, pero veo que no lo es tanto: Hay mucho ser humano deambulando por estos lares...
Saludos.
Tus metáfora, lo mejor, me encantó realmente ver y sentir el manejo de tu lenguaje pulido, un placer.
ResponderEliminarSaludos
Avanzar, retroceder, avanzar, retroceder... ¿No es así la vida?...
ResponderEliminarMe gustó mucho la música... Mucho...
Un abrazo.
María:
ResponderEliminarMil gracias por tu aportación. Me ruborizas con tanto halago, no es para tanto...
Hay veces que te vuelves a mirar los pasos dados y caes en la cuenta de las muchas cosas, sueños, que han ido quedando por el camino. Soñar, volver a soñar esos sueños actualizados, es algo así como renacer, fortalecer el espíritu y tomar carrerilla para seguir encadenando pasos. FELIZ NAVIDAD: Besos.
Mar:
Así es. Este laberinto de sensaciones, impulsos vitales y contra-impulsos que nos guía, se vale de cada albor y cada ocaso del alma, para indicarnos el buen camino hacia nosotros mismos...
Me gusta ese grupo musical, hace un tipo de melodía que parece sintonizar con nuestro más hondo interior, a la vez que entrelaza nuestros pensamientos entre la armonía de sus notas... o algo así. Le debo a una buena amiga haberlos conocido, una buena recomendación.
FELIZ NAVIDAD. BESOS.