LLevas toda la razón, esas no son desvirtudes exclusivas de la política, lo que pasa es que en unos servidores del pueblo, esas máculas, nunca deberían estar presentes. En cuanto a que eres ingenuos@, debo decirte que es la mejor manera de deambular por este mundo, el mayor estatus de un ser humano es la ingenuidad, la capacidad de sorpresa, la confianza ciega en los demás, aún a sabiendas de que te la van a jugar. Es un estado de vida, una forma de plantar cara a un mundo perdido y corrompido hasta los tuétanos, sin que nos afecte su podredumbre. Es preferible pecar de ingenuidad antes que de malsana y corrompida seudo sapiencia vital. No pierdas nunca tu capacidad de sorpresa, sigue siendo un niñ@. Compensa, a pesar de todo, compensa en transparencia de espíritu y paz personal. Un entrañable saludo, seas quién seas, me gusta tu modo de pensar.
Aunque lei en otro momento tus palabras, no he podido contestarte antes. Desde luego que no voy por la vida esperando que a la mínima me la vayan a jugar, si bien tampoco es cuestión de ir confiando ciegamente. Me temo que una vez que se ha confiado ciegamente (o no), en alguíen y como dices, ese alguien o alguienes, te la juegan, no es fácil volver a depositar la confianza (ciega o no), así como así, en otro u otros alguienes. Y así mismo "la podredumbre" afecta, ya lo creo que afecta. Aunque te veo desde la barrera de tus escritos, también pareces buena gente. Aunque, sincéramente las apariencias en internet engañan demasiado, espero que no sea éste el caso. Ah, y los políticos no creo que se consideren a sí mismos como servidores del pueblo. Un saludo también para ti.
Gracias, nuevamente, por tus comentarios. Un blog se nutre y se mantiene vivo gracias a ellos. Si quieres que ampliemos esta charla, en mis datos personales tienes mi mail. Y así podrás llegar a tus propias conclusiones, quizá más cercanas, a la realidad de mi persona. Un saludo.
A muchos el honor les trae al fresco, poderosos o no.
ResponderEliminarEn cuanto al dudoso arte de la mentira,
la codicia y la desvergüenza no son los póliticos los únicos que lo practican.
LLevas toda la razón, esas no son desvirtudes exclusivas de la política, lo que pasa es que en unos servidores del pueblo, esas máculas, nunca deberían estar presentes. En cuanto a que eres ingenuos@, debo decirte que es la mejor manera de deambular por este mundo, el mayor estatus de un ser humano es la ingenuidad, la capacidad de sorpresa, la confianza ciega en los demás, aún a sabiendas de que te la van a jugar. Es un estado de vida, una forma de plantar cara a un mundo perdido y corrompido hasta los tuétanos, sin que nos afecte su podredumbre. Es preferible pecar de ingenuidad antes que de malsana y corrompida seudo sapiencia vital. No pierdas nunca tu capacidad de sorpresa, sigue siendo un niñ@. Compensa, a pesar de todo, compensa en transparencia de espíritu y paz personal. Un entrañable saludo, seas quién seas, me gusta tu modo de pensar.
ResponderEliminarAunque lei en otro momento tus palabras, no he podido contestarte antes.
ResponderEliminarDesde luego que no voy por la vida esperando que a la mínima me la vayan a jugar, si bien tampoco es cuestión de ir confiando ciegamente.
Me temo que una vez que se ha confiado ciegamente (o no), en alguíen y como dices, ese alguien o alguienes, te la juegan, no es fácil volver a depositar la confianza (ciega o no), así como así, en otro u otros alguienes. Y así mismo "la podredumbre" afecta, ya lo creo que afecta.
Aunque te veo desde la barrera de tus escritos, también pareces buena gente. Aunque, sincéramente las apariencias en internet engañan demasiado, espero que no sea éste el caso.
Ah, y los políticos no creo que se consideren a sí mismos como servidores del pueblo.
Un saludo también para ti.
Gracias, nuevamente, por tus comentarios. Un blog se nutre y se mantiene vivo gracias a ellos. Si quieres que ampliemos esta charla, en mis datos personales tienes mi mail. Y así podrás llegar a tus propias conclusiones, quizá más cercanas, a la realidad de mi persona. Un saludo.
ResponderEliminar