“Collage vital”
Aún recuerdo aquel día
En que una cría
De unicornio albino,
Se comió mi corazón,
Creyéndolo un pez marino.
Entre tanto el doncel
De mediana armadura,
Miraba a la doncella
Que no le miraba a él.
Mucho tiempo después,
Un perro de presa
Alzaba su crasa testa
Desafiante, y hornada
Con un collar de fresas.
Y un soldado sin soldada
Pero con gorra macilenta,
Miraba, atento, la trastada,
No decía puramente nada,
Pero, iluso, señalaba.
La hechicera era huida,
Y una mano siniestra,
De cúbito prono y fronteriza,
Remaba entre la niebla.
Solo restaba
La serpiente de un solo ojo,
Que mordía un cuadrifolio
De tres hojas.
Y yo, justamente, a mediodía.
Aún recuerdo aquel día
En que una cría
De unicornio albino,
Se comió mi corazón,
Creyéndolo un pez marino.
Entre tanto el doncel
De mediana armadura,
Miraba a la doncella
Que no le miraba a él.
Mucho tiempo después,
Un perro de presa
Alzaba su crasa testa
Desafiante, y hornada
Con un collar de fresas.
Y un soldado sin soldada
Pero con gorra macilenta,
Miraba, atento, la trastada,
No decía puramente nada,
Pero, iluso, señalaba.
La hechicera era huida,
Y una mano siniestra,
De cúbito prono y fronteriza,
Remaba entre la niebla.
Solo restaba
La serpiente de un solo ojo,
Que mordía un cuadrifolio
De tres hojas.
Y yo, justamente, a mediodía.
J.S.P - 2/2009
¿Un nudo surrealista?
ResponderEliminar¿Qué o quién te lo ha inspirado?
Me gustaría mucho saberlo...