Juan Sánchez.
Me hace una gracia aquí en el riñón izquierdo esta sorna de apartheid: ’Antisistema’. Se puede saber qué narices quiere decir eso. ¿A qué se refieren desde el ‘sistema’ cuando hablan de antisistemas? Que me lo expliquen con racionalidad y profundidad, sin circunloquios, aquellos que tachan de malignos revolucionarios a quienes sencillamente demandan un poco de coherencia, cordura y equidad para con el ser humano… Que me lo expliquen y no escondan en la manga las conveniencias políticas, o la demagogia farandulera de esos metódicos y ‘sistemáticos’ embusteros filibusteros. Cuanto aprovechado tele-predicador del Apocalipsis, acólitos del terror de estado y la máscara oficial para esconder la podredumbre del propio sistema. Un sistema corrompido y en los últimos y desesperados resuellos por y para su perpetuidad...
Remontando un poquito de nada nuestro pasado, habremos de reconocer movimientos ‘antisistema’ en cada página de la historia. En cada r-evolución, cruenta o no, que trajo mejoras en la convivencia social. Antisistema, los antifranquistas transiciona-listos, o eso dijeron a la plebe, parteros de nuestra ‘arrebatada’ constitución. O aquella otra, más ambiciosa en libertades y derechos: La ‘Pepa’. Antisistema aquellos que tomaron la Bastilla proclamado “Libertad, igualdad y fraternidad” para todos los ciudadanos galos. Antisistema fueron los padres del país más sistemática e ideológicamente contaminante del mundo: esos yanquis y sus imperialistas mentiras para soñar desde el arroyo. Antisistema fueron los Israelitas cruzando en mar rojo, abjurando del imperio egipcio. Antisistema fueron los esclavos que luchaban con su música y sus lágrimas en el inhumano algodonal del amo. Anti-antisistema, Isabel la Católica, cuando daba caña y mandobles a los árabes en la preciosa Alambra, para profanar acto seguido con su cabalgadura cada rincón de aquella maravilla de Boabdil el Chico… Así en cada paso r-evolutivo del ser humano. Siempre se han superado los ‘sistemas’ con fórmula demasiado férrea y caduca para reconocer la inevitable evolución social.
Mi primer encuentro con los ‘antisistema’ lo hice en mi propio hogar. Recuerdo a mi genial abuelo, un hombre de ‘armas tomar’, calado hasta los tuétanos de dolor y penurias, de plumas sin pollo y de rabia contenida por las ‘circunstancias sociales’. Lo del Franco y eso, y el ser del bando perdedor y eso. Y el estar hasta los cojones de soportar sinvergüenzas con carné, modos y chulería de señoritos del régimen. Mi abuelo, que pasó toda su sufrida vida currando como un burro para sacar a sus vástagos adelante. Para poner un chusco de pan en aquella mesa de pobre, de rojeras marcado por un sistema ‘por cojones’ y la madre que trajo al tren. Su rabia, su sentido común, se le iba por la boca: último recurso de aquellos ‘hambrientos antisistema’ de la postguerra, y los otros. Y la perra que parió a los otros, también. (Eso decía él, y yo también).
Ahora, en estos cruciales momentos de la historia, cuando hemos de decidir, o hemos decidido ya, dar un giro contundente a este sistema de dioses-mono con pretensiones e ínfulas de gilipollas con coche oficial, nos salen desde el ‘sistema’ con recortes de libertades y derechos inalienables. Pero alienables, según convenga a esa camarilla de impresentables en ejercicio de sus funciones. Recortes y represión pura y dura. Vuelve el desplume a los hogares de este españolito del come y calla. Mientras el pollo, el capón, la buena vida y la madre que los trajo, se ‘sistemiza’ en el palacio del banquero, o del político rastrero. Lo mismo da que da lo mismo. Vuelven a jugar con los currantes hambrientos de estabilidad, de futuro y de pan. Vuelven a ondear las banderas de la mentira disfrazada de coco-loco, de revolucionario descontrolado y del trastornado social que pretenden mandarlo todo al carajo, según ellos, claro. Esa es la mierda que tratan de vendernos, envuelta en papel de regalo democrático y con lacitos de libertad. ¡Ya me engañaste!…. Burt Lancaster.
No solo eso, en un alarde de fuerza 'democrática', se echan el monte al hombro y convocan en Barcelona – cuartel general antisistema- la mascarada del BCE. Claro, previamente, blindan la ciudad Condal (Sobre el conde no añadiré nada. Ya los estáis viendo en TV. Menudo apaño, y eso. Que no va al talego, lo firmo ya) para detener a las posibles hordas europeas que pretenden desmadrar este bancal de ajos y cebollinos en inminente bancarrota. La de ellos no, claro. Una chulería que apuesta por doblegar a los ‘descontrolados’ con un poder todopoderoso. A eso mismo jugábamos cuando críos, a tomar el refugio de nuestra banda rival y desmontar su estrategia. Vamos que los dejábamos sin tirachinas, sin canicas y sin chuches. Y eso jode que no veas. Pues lo mismo, pero con tallaje de jefe de estado.
Al mismo tiempo, nuestro ministro del interior, advierte a los ‘descontrolados y violentos antisistema’ del #15M, que no permitirá la acampada conmemorativa en la madrileña Puerta del Sol. Ale, venga, he quedao como el mismo Dios encarnado en la cartera de ministro del país más rejodido del mundo mundial. Para rematar mi altivez y firmeza en el ordeno y mando, prohíbo a los manifestantes el uso de máscara anti-sistema, porque de esa guisa no pueden ser gravados por las fuerzas del orden y la seguridad del estado. ’Orden y seguridad, del estado’. ¿Se entiende? Menudo cantamañanas está hecho este ministrillo. Cagaos de miedo que están ellos, y eso. Pero ahí van equivocados, las fuerzas de seguridad del estado están para defender a los ciudadanos y no a cuatro políticos marranos, con mando en la plaza, del Sol. Ya veremos a ver. Y de paso me cargo los derechos de esos insumisos desmadrados llamados pueblo llano.
Y todo esto – según ellos- por la estabilidad social, el bienestar y el futuro de un pueblo que los aborrece. Un pueblo, España, con seis millones de parados, casi. Con dos millones de familias sin ingresos, casi. Así, con esta tarjeta de visita, ¿quién renuncia al derecho y obligación de proclamarse antisistema? Un pueblo que aún no conoce el verdadero significado de dicho término. Pero, sabiendo que el todopoderoso ‘sistema’ da muestra sistemática de obrar a espaldas de la cordura y el sentido común, no tardará en proclamarse militante de la libertad de elección. Y ellos, nuestros políticos, no son la mejor opción. Definitivamente no lo son.
¿Anti-sistema? ¿El sistema de quién? ¿Su sistema infalible para rearmar al usurero y dejar tirado al ciudadano?. ¿Su sistema para jugar al escondite, al ‘teto’ o al corro de la patada en los riñones del votante?. El sistema, ¿su sistema para sacarle hasta la asadura al pueblo ‘controlado’?. Por eso digo…
Termino amigo lector, ciudadan@ libre. Cuidadín, cuidadín, con este panfleto subversivo, pura apología de la r-evolución humana, no sea que te marquen como ‘violento y descontrolado’ por leer a este loco ¡ANTISISTEMA!
Saludos.
SERA MUY POCO ORTODOXO, DIGO, EL ANTISISTEMA...SIEMPRE ARTICULAMOS,CON CUALQUIER SISTEMA, SIEMPRE, ES IMPOSIBLE ABSTRAERSE DEL...
ResponderEliminarESTAS BRONCUDO!!! Y CON TODO TU DERECHO!
GRACIAS
lidia-la escriba
blog actualizado,por si te vienen en ganas
Amigo Juan...gracias a la ..."vida" (no voy a caer en lo de gracias a Dios a Dios gracias)...siempre ha habido y habrá antisistemas...son la única esperanza...A mi me han llamado (como a ti supongo) desde hereje hasta Hijo de Puta melenudo y poetastro maricon Etc...)...que me llamen Perro Flauta o Antisistema...me pone...eso es que estamos en el buen camino...que tiemblen...como estan temblando...también es buena señal...aunque sea solo eso por ahora...un abrazo
ResponderEliminarLidia:
ResponderEliminarNo es para menos estar "Broncudo"... la cosa está fatal. No se sostiene, el sistema digo, necesitamos con urgencia un cambio de rumbo, una nueva ilusión y esperanza para los nuestros. Los nuestros son todos y cada uno de los seres humanos...
Mil gracias por comentar, un abrazo.
Alfonso.
ResponderEliminarNo hagas caso de esos sistémicos energúmenos. Su estrategia es el descrédito, la descalificación de todo, y todos, aquellos que pueden 'desestabilizar' su 'sistema'. Ellos viven de maravilla, ellos, un reducido segmento de la población mundial, a costa, claro está, de miles de millones de personas que han de pagar sufriendo sus excesos y su 'sistema'.
No sé si tiemblan, parece que si, a sus actuaciones fuera de madre me remito. El futuro habrá de juzgar el dolor que están causando a este mundo. No te quepa duda. El ser humano avanza, ¡siempre!, evoluciona y crece, aquellos que no sepan reconocer y aceptar esa r-evolución están destinados al pasado, al olvido, ellos solitos se lo han escrito...
Un fuerte abrazo antisistema.