-VARA DE JINJOLERO-
Juan Sánchez.
La vara de jinjolero es el resultado de una ardua investigación y desarrollo histórico, bucólico-pastoril, muy extendida y apreciada por la sabiduría del pueblo llano. A la misma vez, es un gran avance de la alta tecnología del equilibrio y la justicia popular.
Los materiales que dan forma y consistencia a la estructura principal de dicha vara, son de una gran densidad ‘leñosa’, fibrosa, pero al mismo tiempo reúnen características tan apreciables como son: la elasticidad, maleabilidad y adaptación al medio natural, -el lomo de un político-, donde despliega todas sus indescriptibles y virtuosas cualidades 'curativas'.
Esto es, una vara de jinjolero, en plena acción, empieza por ‘abrazar’ el riñón izquierdo, por ejemplo, del mencionado cargo público, y, dada su capacidad de integración microcelular, termina acoplándose perfectamente a la orografía de las costillas de susodicho individuo. De manera tal que, en un milisegundo, el elemento en cuestión siente como un relámpago de dolor, una indescriptible punzada de hierro al fuego rojo, un latigazo ‘visto y no visto’ que le deja tan doblado y sumido en un desconcierto interdimensional, que la hace ver y abrazar , de una pajolera vez, la luz y la vergüenza suprema…
Solo un par de ‘leñazos’ con una buena vara de jinjolero, suelen bastar para que el individuo, político descarriado, comemieldas arrimado, caradura por naturaleza y maleante en ciernes, reconsidere su ‘filosofía’ vital y social y se avenga al plano de la razón, la vergüenza y el sentido menos usado por los gobernantes: la realidad social y sus dolorosas circunstancias.
En dos palabras: ¡sentido común! ¡Pijo!… sentido común. (Falta vara tienen algun@s)
Saludos para casi tod@s.
Varas de jinjoleros para casi todos -los políticos-, que digo, para TODOS.
ResponderEliminarGarcibáñez:
ResponderEliminarPues sí, no, no te voy a decir que no,... lo mismo que te podía decir que no, pues te digo que si...gracias...¡mucha vara está faltando!... veremos donde acaba la cosa. Saludos.