Cuando venga su cara
Pintada de una sonrisa
A mirarse en mi cara.
Y venga su alma
Preñada de amor
A hablarle a mi ánima.
Cuando vengan sus manos,
Limpias y sin puñales,
A estrechar mis manos.
Y sus ojos de bronce negro
Se claven en mis ojos
Para releer otros tiempos.
Cuando venga un albor
Lleno de frutos vírgenes
Florecidos en mi sueño.
Y aquel gato güero,
Que cazaba los miedos,
Se plante en el umbral
De un instante eterno.
Cuando sus letras muertas
Se borren de mi rabia
Y cicatricen las heridas
De esos años ciegos.
Y aquellos filisteos,
Que sembraron cizaña
Entre los trigos tiernos,
Sean juzgados en el justo cielo.
Entonces, ¡solo entonces!
Olvidaré su traición
Olvidaré,... ¡mi silencio!.
JSP 2.1 - 23-4-2010
tu hermana de espada...aquí estoy
ResponderEliminarLas 'espadas' no serán necesarias...
ResponderEliminarAún así, gracias mil, Susi.