(Muerte de Sócrates)
Me encanta la cicuta.
Presencias amorfas,
Desfiguradas, extrañas,
Imposibles y enervantes que...
Deshacen los ánimos
De quien padece su velo.
Me encanta la cicuta,
Para saber, forzado, del ser
Que torna fortalecido
Al nido del pensamiento
Como diciendo:
“No escaparás de mi”.
Y, en él, estamos parados,
En la certeza del sinsentido,
En la cumbre de la torpeza
Que te da una bofetada
Antes que decir “Pío”,... puedas.
Me encanta la cicuta,
Por la mañana, entre legañas,
Entre toses del tabaco,
Entre personas infrecuentes,
Malsanas, marranas.
Y va creciendo la sentencia
Para cebar al buen “Murphy”
Quien, receloso, la observa.
Cicuta astuta, cicuta perra,
Al despertar te asomas
Al quicio de mi mollera.
Traviesa entre muy mala leche,
Sentada en la lomera
De esos sueños de piedra
Que roen mis entendederas.
Me encanta la cicuta,
Semilla de duendes verdes
Y gnomos cornudos,
Tarjeta de visita, pita,
De sus inicuas artimañas.
Telo y disfraz del mundo
Que alucina las molleras,
Hasta hacernos pezucos
Del cabreo y la ceguera.
¡Me encanta la cicuta!...
¡Y una real mier...!
"Cogito, ergo sum"
JSP 2.1 - 20/4/2010
me lo prestas para mi propia cicuta?
ResponderEliminarno quiero verte en mi jardín de sombras...impediré tu paseo por allí
Sombras en tránsito hacia la nada... Nunca paseo solo por un jardín, me gusta charlar mientras lo hago. Aunque sea con mi colega perruno. Es una ventaja, jamás discute. Al menos de palabra. Besos, Susi.
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