“Dragón amarillo”
Te sigo por los infames pasillos
De esta leprosería del alma.
Voy dando empellones a quien osa
Interponerse en mi camino.
El corazón se escapa aterrado
Del pecho cálido que lo cobija,
Como queriendo huir lejos
De este laberinto del sinsentido.
De cuando en cuando me paro
Para mirar a los niños,
Voraces y expectantes
Al paso de mil destinos.
Alargan sus manos para asir
El fresco camino, el sendero
Que viene tierno, pero ya dolorido;
Pintado con sangre oscura
De un sinfín de siglos.
A renglón seguido, y perseguido,
Reanudo mi búsqueda del sino,
Ahora más sereno y menos afligido...
...Se ha colado en mi bolsillo
Una chispa de esperanza
Del dragón amarillo.
Al fin veo una ventana
En este dédalo maldito,
Y se muestran por ella
Los ojos del innombrable,
Del hacedor de este encaje
De nudos y de bolillos.
Sostener su mirada
Es necia labor de borricos,
De bestias amansadas,
De lobos sin colmillos.
La cuna se colma
Del calor más frío,
y venimos al mundo
Desde otro lejano sitio.
No es dar la espalda a la vida,
Es sentir la presencia de otros
Dentro de uno mismo,
Como si fueran gaviotas al vuelo
Entre nubes de canela y vino tibio.
De todos es la verdad, quizá,
De “nadie” el infinito.
JSP 2.1 - 27-2-2010
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Muchas gracias. JSP 3.0