martes, 22 de marzo de 2011

EL GRAN JUEGO I



Creo que empiezo a entender. En este último año de mi vida, los acontecimientos se han precipitado unos sobre otros al ritmo de puro frenesí. He vivido casi de todo, desde un derrumbe personal, hasta la euforia más inconsistente por creer que se puede cambiar el sistema, desde dentro del sistema mismo. He militado en un partido nacional para comprobar que sus tripas están corrompidas hasta la médula. He sufrido intentos de controlar mi voz, propuestas de acallar mis locas algaradas mediante sobornos o compromisos de progresar en mi carrera profesional o en mi vida personal. He sentido sobre mi cuello infectas vaharadas del averno, en forma de amenazas directas, veladas, o camufladas de ‘consejos’ sobre como  mejorar mi existencia. Cuando no, esos mismos ‘consejos’ dirigidos a algún miembro de mi familia. Formas todas, de tratar de reconvenir mi actitud frente a las injusticias sociales del ‘juego’.
Te vuelves un hombre peligroso, demasiado, cuando has visto la porquería dentro mismo de las tripas del dragón rojo. Dragón cuyo nombre es el miedo. El dinero usado como arma de control del pueblo, como método de terror para acogotar las mínimas posibilidades que tiene el hombre de recuperar las riendas de sus libertades. No me gusta usar esa palabra: libertad, tan desmontada durante toda la existencia de la humanidad, tan corrompida y utilizada en provecho de los grandes, y en perjuicio de los de siempre: el pueblo sencillo y sincero.
El sistema reacciona contra aquellos que tratan de cambiarlo. Está bien como está, para ellos, los que controlan el maquiavélico juego de controlar la vida en este planeta. Todo va sobre ruedas, según ellos, cuando la realidad nos da reiteradas muestras de todo lo contrario. Y el ‘juego’, es el mismo sea cual sea el nivel en que se juegue. Da igual si te adentras en la boca del lobo feroz de un pueblo, o en la del gran felino negro que gobierna una nación. Solo cambian los niveles de influencias sociales. Pero los métodos son los mismos… creo que, al fin, empiezo a entender de qué va todo esto.... continuará.

2 comentarios:

  1. Pues me dá la impresión que el sistema anda escaso de personas honestas como tú, y los resultados son visibles y nadie mejor para entender de que va todo, aunque está claro que los malditos intereses son lo que van destruyendo la humanidad.

    No entiendo de política pero la palabra justicia y libertad está corrompida como dices y utilizada en provecho de los grandes, y en perjuicio de los de siempre, el pueblo sencillo y crédulo.

    Mi admiración por tu honestidad y valentía.

    Un abrazo.

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  2. Gracias mil Lore... no sé que más añadir, salvo, mi admiración hacia todas aquellas personas que, a pesar de todo, siguen creyendo que las cosas pueden cambiar algún día... eso es justo lo que necesitamos... ¡ESPERANZA!
    ¡Abrazos!

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Muchas gracias. JSP 3.0

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