jueves, 16 de septiembre de 2010

Ausencia en clave de Fa...

Me extingo inadvertido, silente,
En el mar de tu ausencia.
En un naufragio abotargado,
melancólico, me olvido
en una oración lejana,
en el silencio de un ruiseñor.
Y llueve cada noche, rabiando,
con lágrimas azul de azules.

Aquel delirio cristalizó en un adiós,
¡tan ausente!, ¡tan im-presente!
Sus ojos, tus ojos: mirada perdida,
niegan mis entrañas:
“extrañas pero conocidas”

Encanto, embrujo, penando;
esos hacedores de ceguera
me abrasan y me olvidan,
hasta otro día, incoherente,
cuando hayan necesidad de mí.

Rumor de velos que mienten,
serenidad que grita, aúlla,
¡Desesperadamente!,
Trasgos que se ocultan arteros
entre el lechoso humo,
para devorar glotones
la esperanza del perfume.

Y sé de mí, en la ausencia de luz;
en cada vientre que me contuvo,
en cada vacío latente
que nunca pude decidir.

JSP 2.2 – 16-9-2010

2 comentarios:

  1. Es un poema excelente, muy sentido.
    Saludos

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  2. Mil gracias, Amadeus. Todo un lujo tu comentario, y más viniendo de un excelente poeta como tú. Un abrazo.

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Muchas gracias. JSP 3.0

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