Pasos de craso betún
en un metro circular.
Toroide ingrávido, vacuidad.
Andén silencioso,
no hay luz, jamás.
Tren sin parada,
ni una voz, o un chirriar.
Delante es detrás,
y viceversa, mucho más.
La maquina descarrilada,
el maquinista dejó de soñar.
Viento árido de cara,
papel secante, un garabato al azar.
Impresencia, solo eso,
no ser, dejar de estar.
Besos de negro betún,
ánima descarnada,
otoño baldío,
un hueco en la verdad.
Tren sin parada,
no hay viajero,
¿para qué frenar?
Rodar y rodar,
solo eso, … dejen salir
antes de entrar.
antes de entrar.
Juan Sánchez – 24-9-2010
A sido un placer tan bello poema. Te dejo saludos, cuidate.
ResponderEliminarEl placer es recíproco. Gracias por tu participación. Saludos entrañables, Poetiza.
ResponderEliminarvengo de tu otro blog y aquí también me trajiste recuerdos con tus versos, sólo que esta vez no fueron tan bellos como los de la fontana, aquí recordé el atentado en los subtes en la ciudad de londres
ResponderEliminarvaya que removiste mi pasado
te dejo mi beso
Siento inmensamente haber revivido en ti, tan terribles acontecimientos. Aún así, un fuerte abrazo Laura. Gracias por tu participación. Besos.
ResponderEliminarestá todo bien Juan, son cosas del pasado que ya fueron superadas por suerte
ResponderEliminarde cualquier modo, con tus versos o sin ellos, cada tanto resurgen pero ya te digo, hoy a la distancia son solo recuerdos nada más
mi beso
"un garabato al azar"... Un garabato que, sin embargo, puede significar muchas cosas.
ResponderEliminarJuan, yo también soy de Puerto de Mazarrón. Perdona que te pregunte pero me has dejado intrigada!! ¿Nos conocemos? El caso es que tu rostro me es familiar...
Un beso desde ese "tren sin parada, no hay viajero" ;)
María.S
Poeta, con tu permiso, me subo al metro de tu obra.
ResponderEliminarPoeta, con tu permiso, abordo el metro de tu trabajo poético, sigo la ruta.
ResponderEliminarTierramojada:
ResponderEliminarLos garabatos al azar surgen desde esa parte inconsciente de nuestro corazón. Quizá por ello, solo nuestras emociones conocen el significado más profundo de los mismos. Dejemos que ese lenguaje secreto hable por nosotros, no importa lo que diga, siempre será lo acertado.
María, no sé si nos conocemos, no puedo ver tu cara, pero seguro que hemos coincidido alguna vez.
Besos.
Juan Jes:
Tiene usted vía libre para abordar este tren del sentimiento, cuantas veces le plazca. También, con tu permiso, seguiré tus rutas.
Mis más cordiales saludos.