viernes, 5 de febrero de 2010

"FUMA 2"

“FUMA 2”

La cuestión no es si fumar o no fumar, eso está más que claro: ¡No fumar! La cuestión es si los estados deben tomarse esas atribuciones tan invasoras de la libertad personal de los ciudadanos. La pregunta es hasta dónde debe tener el estado potestad para legislar. Hasta dónde puede controlar nuestras vidas mediante leyes que dirigen cada paso que damos. Hasta dónde es lícito para un gobierno utilizar el aparato ejecutivo y legislativo para tener bajo control a la población del país. Esa es la cuestión, que diría Hamlet: ¿Legislar o no legislar? Y, ¿hasta dónde se puede o se debe legislar?

Quién establece el baremo o los límites en las atribuciones de un gobierno para articular esas leyes del ‘bienestar’ ciudadano. Quién dice ¡basta! Hasta aquí hemos llegado, no os paséis ni un pelo, que estáis entrando en el sagrado templo de los derechos del pueblo. Esa labor habría de corresponder a la oposición parlamentaría, ¿no? Pero dado que mantenemos con nuestros impuestos a unas señorías (De todos los matices políticos, el color es el mismo) con horchata de chufla en las venas, solo podemos esperar, de ellos, que algún día se les aparezca el ‘monórquido de los pantanos’, bajo palio, y los invite a uno de esos nuevos restaurantes ‘Dans les oeufs’ (Extraído del último artículo de Pérez-Reverte), donde los camareros se dedican, entre plato y plato, a dar patadas en los mismísimos a los comensales. A ver si se ponen las pilas y hacen honor (Uy que risa más tonta) al juramento que nos hicieron a todos los españoles de defender nuestros intereses. Y esto va también para nuestro gobierno, que parecen una clase de parvulitos embobados en jueguecitos con plastilina de colores. Y lo malo, me barrunto yo, es que dicha ‘plastilina’ somos nosotros, ¡los ciudadanos!

¿Fumador o no fumador? Eso es lo de menos, lo importante es, creo yo, salvaguardar la libertad personal de todos, y remarco lo de todos , los ciudadanos; sean fumadores, no fumadores, mormones, austrohúngaros nacionalizados, payasos del circo mediático, soplapollas en ejercicio, currantes mileuristas, parados de corta o lar…....ga duración, frailes o monjas, Hare Krishna, animadores o animados en un hotel del Imserso en Benidorm, limpiabotas en una estación del metro madrileño, sacadores de perr@s a cagar, o cualquier otra actividad humana que tenga o deje de tener un hueco en nuestra sociedad. Lo primordial es, y así lo recoge nuestra carta magna, que todos los ciudadanos de este país tenemos deberes sociales pero también derechos y libertades inviolables, intocables, inalienables, respetables y de obligada aceptación por los legisladores a la hora de ejercer los poderes con que nosotros, los ciudadanos, les hemos investido para el periodo que dure su mandato. Y los ciudadanos somos, sin exclusión alguna, todas las personas en cuyo DNI o pasaporte pone ‘Español-a’. Como conclusión derivada de todo lo anterior, se infiere, para aquellos que son un poco lentos (¿La Sra. ministra de sanidad, quizá?) que los fumadores también somos españoles y, por tanto, su señoría debe pensar en nosotros a la hora de legislar. ¿O, no?

Volvamos al principio de esta perorata. ¿Fumar o no fumar?: Concluyentemente,¡NO FUMAR! Pero teniendo en consideración que nosotros, los fumadores, estamos más enganchados a la nicotina que la burra de mi tío al carro con que acarreaba las lechugas hasta la plaza de Verónicas, recorriendo toda la gran vía murciana (Que tiempos aquellos… Algo más de vergüenza si que había. Y menos soplapollas con rositas de pitiminí en el ojete, también), podemos escarbar un poquito más en este barrizal de la nueva ley anti-tabaco y aportar, quizá, algunas consideraciones que a la Sra. Ministrilla de sanidad se le han pasado por alto, o por bajo -Lo que sería peor-Porque mejor se dedicaba a ‘colocar’ los 37 millones de dosis de vacuna contra la gripe A –Que ha resultado ser un descomunal engañabobos- adquiridas por nuestro país por un importe de 270 millones de euritos de nada y que no saben qué hacer con ellas (Manda güevos de pollo loco. Claro). ¿Qué fuman ustedes Señores del gobierno?

Estamos de acuerdo, de entrada, que el tabaco es una mala bestia que se aberroncha contra el rocaje vivo de los pulmones del fumador y del fumador pasivo y de forma progresiva hace ‘jabón del lagarto’ los alvéolos pulmonares, el aparato digestivo, la piel y hasta la ropa del interfecto y de los sufridores ‘pasivos’ de los quemazos con las brasas del cigarrillo. Por ello, yo me pregunto, así, a boleo: ¿Está creando nuestra ministra de sanidad algún plan sanitario, público y gratuito para ayudar al fumador a dejar de fumar? Y puestos a preguntar, ¿por qué las labores de tabaco no pasan un control de sanidad y llevan, como tantos otros productos de consumo, un análisis exhaustivo de sus compuestos y aditivos químicos y una fecha de elaboración y caducidad? Y, si consideramos la idea de que el consumo del tabaco, como tantas otras drogas, causa adicción, ¿Por qué no se crea un organismo sanitario que aporte, de forma gratuita, la dosis de tabaco o la nicotina de bote necesaria, cada día, para que podamos pasar el ‘mono’ los fumadores?

Podría seguir enhebrando muchos renglones aún sobre este polémico tema del fumete, pero creo que, como siempre, una cosa es lo que pensamos o sufrimos los ciudadanos y otra bien distinta es lo que mascullan y disfrutan estos políticos de palo y pedrá que nos desgobiernan. Podría decir, por ejemplo, que es dentro de los mismos organismos oficiales donde se quebranta más asiduamente esta ley de los espacios sin humo. Podría decir, que si el tabaco mata, ¿Por qué no lo prohíben tajantemente? como se hace con otros tipos de drogas. Podría decir que, quizá, esta superteta del impuesto sobre las labores del tabaco (Un 73% del precio de venta, ¡manda güevos alquitranados!), el alcohol y los combustibles, está salvando el culo de nuestros gobernantes, que se dedican a dar nuestras aportaciones fiscales a esos ‘Banco-trileros’ del ‘yo no sé nada, yo no he sido’ y no saben como cuadrar los presupuestos de la nación, salvo acribillar al ciudadano con nuevas sangrías legisladas para salvaguardar sus carreras personales por la ‘Calle de la Montera’… de la política.

Podría decir, incluso, que el futuro tanatorio-crematorio de Puerto de Mazarrónse va construir en el corazón de una zona de riguroso uso residencial, y nos hará padecer a los vecinos una repugnante pestucia a esperanza muerta y rabia contenida ante el despotismo de nuestro alcalde -quizá no fumador- muy dado a ‘fumarse’ la opinión de los vecinos por el forro de los… ¡Me vi a jiñar en la beata de la tetilla ahumada!

Y me hago una preguntita final: ¿Dónde hay que votar para que se ‘jubilen’ todos los políticos? ¿Eh? Pues eso… Punto

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J.S.P 2.1

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