“Walpurgis”
En la noche de Walpurgis,
Los hados negros se conjuraron
Para romper la eternidad.
Impenitentes, impenitentes
Marcharon
Por el sendero del devenir.
Una rosa roja se marchitó
Entre manos inocentes.
La muchacha de ayer
Lloró,
Lágrimas azul de azules,
Lloró,
Y lloraron con ella
Los lejanos cielos
Y los abismos.
Lluvia entre extraños,
Ríos de lágrimas de metileno
Para navegar.
Los niños botaban barquitos
De papel indiferente,
Inocentes, camino del océano
Donde adorar la libertad.
Al fin, eran solo niños,
Inocentes,
Impenitentes
Cual hados negros,
Cual gregoriano en el claustro
De los olivos muertos.
El anillo de las Walquirias brilló
Con relumbrones ajenos.
Sigfrido enloqueció,
Brunilda quedó muda
Cual desierto impenitente.
En la noche de Walpurgis
Una rosa murió, inocente,
En silencio murió, ¡como no!
¡Ay!, de mis rosas efímeras,
Dudosas
Cual hados negros.
JSP – 12-9-2009
Qué triste.., aún siendo rosas barrocas, que no amapolas de un día...
ResponderEliminarEs triste porque la realidad también lo es. Para qué engañarnos.
ResponderEliminarGracias Toñi.
la realidad es ceniza.....ceniza de uno mismo
ResponderEliminarpor eso estoy plantando un jardín de`plantas venenosas, para pasear por el al atardecer....¿vienes?
hay un banco para dos, desde el que ver la caída del sol
Me encantan los atardeceres rojos. Cuenta conmigo.
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