‘En la barra de un bar olvidado’
- Aún no logro entender cómo ella, mi muy amada y dulce princesa, se transformó, de la noche a la mañana, en una fría y calculadora bruja zarzalera. –Preguntó Juan, con cara de estúpido-
- Quizá –Respondió J.F.K- Nunca fuese una princesa, quizá siempre fue una bruja disfrazada de princesa….
Dieron otro largo trago a sus respectivas Guinness, y se miraron sin poder ver más allá de sus propios pensamientos. Había algo en el atmósfera de aquel bar que no dejaba respirar, o talvez fuese, una niebla de amarga melancolía que se destilaba desde la sonrisa extraviada de los dos amigos…
- Quizá lleves razón –Continuó Juan- Como dicen los Galegos:- Haberlas, ¡hailas!
(Gracias, J.F.K, fue en ese preciso momento cuando mis ojos comenzaron a ver, tras muchos años de amarla desde una ingenua ceguera. Gracias)
J.S.P - 10-5-2009
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Muchas gracias. JSP 3.0