jueves, 29 de enero de 2009

"De Tristes y de Contentos"


‘De Tristes y de Contentos’

No deseaba retomar este asqueroso tema de la crisis económica, pero no me han quedado más narices que hacerlo, muy a mi modesto e indignado pesar. Y si digo que, este, es un tema ‘asqueroso’ es porque he visto la ignominiosas maneras que los estados han articulado para quitarse de encima el problema, con sus correspondientes responsabilidades, y endiñárselo a los mismos de siempre, esto es, nosotros los pobres e ilusos desgraciadillos de a pié.

¿Crisis?, ¿qué crisis?, ¿la crisis de la banca internacional que termina siendo purgada por los curritos de este u otros países, teóricamente, democráticos y civilizados?, ¿la crisis de las meteduras de pata de los jerifaltes, que es subsanada con la miseria del pueblo llano?, ¿la crisis de los grandes señores banqueros hijos de mil padres, que se gastaron el dinero de su usura, su avaricia y su codicia en irse con señoritas de moral distraída, y ahora usan a los obreros como palanganeros de su ‘puticlub’?. ¡Aaah!, haberlo dicho antes, hombre. Esta crisis no es importante, ya está superada, ahora es cosa del proletariado, de los mismos infelices de siempre, la plebe, los pobres ignorantes de la vida, esos seres sufridores, manipulables y manipulados que mantienen en pié cualquier país. Esta crisis carece de la más mínima importancia, Pocholo Borja de todos los Santos. No le des más vueltas, todo es fruto de tu imaginación, ¿sabes?, oseea, ala, ¡vamos de snow! Baqueira está que se sale.

Albergo una cosmogónica vergüenza por nuestros mandatarios, sufro un absoluto remordimiento por haber votado a unos señores que ahora nos venden de saldo y liquidación, encuentro en mis sentimientos la ira producida por la impotencia frente a la descomunal traición de que somos víctimas la inmensa mayoría de los ciudadanos. Y pienso, cuando los veo en los medios de comunicación, ¿cómo pueden tener la cara tan dura?, ¿cómo son capaces de mirarse en el espejo de sus mansiones y no sentir unas incontenibles arcadas de auto-repugnancia?, ¿qué impulsa a estos ‘señor@s’, o lo que sean, a jugar a este macabro juego de intrigas y ruletas trucadas en el devenir de los pueblos? Una ruleta rusa, fue lo que nos pusieron en las manos a los obreros, cuando hace pocos años accedimos a una vivienda, dios mediante, la sacrosanta hipotequita. A ellos se les hacía el culo pepsicola, pensando en la indecente cantidad de beneficios que iban a extraer del ordeño de los obreros, como así ha sido. Y esos beneficios están en sus innombrables e intocables bolsillos.

Mientras tanto, los curritos estamos más huérfanos y olvidados, más chuchurridos que las tetas de una horripilante bruja. Somos la moneda de cambio entre unos partidos políticos carentes de una firme e inquebrantable ideología (Lo cierto es que, en los tiempos que nos ha tocado sufrir, las ideologías brillan por su ausencia más absoluta y las ideas brillantes, aún, mucho más).

Es, la errónea presunción de que la supuesta masa aborregada, a la que pertenecemos la inmensa mayoría y que suelen llamar pueblo llano, es capaz de soportar toda la mierda que sus gobernantes tengan por capricho, o ineptitud manifiesta, endiñarles como preciado ‘regalito’ de consolación y tapa-bocas.

Y ¡feliz navidad!

Hoy he visto, para mi pasmosa e inevitable hilaridad, como el banco central europeo ha bajado los tipos de interés, hasta situarlos en la cifra histórica del 2%, la cuota más baja desde que se puso en marcha el nefasto invento del euro (La idea era cojonuda pero topó, como siempre, con los inútiles de turno). Y van y nos tratan de vender la moto de que, de esta manera, se verán repercutidas a la baja los plazos de nuestras hipotecas. ¿Qué hipotecas?, ¿las de los pobres asalariados que aún sobreviven a la hecatombe de despiadados despidos con unos suelduchos de risa y el cabreo nocturno dando vueltas sobre la cama, sin saber como dar de comer a sus churumbeles y la parienta?, ¿la de los explotados inmigrantes a quienes el dulce sueño europeo se les ha convertido en una agria pesadilla-trampa?, ¿las hipotecas de la alarmante cantidad de parados, que no para de crecer exponencialmente y tiene acojonaditos hasta a los mismísimos politicuchos de mierda?, ¿las mensualidades que, religiosamente, abonaban los ahora sintecho, o los que hacen cola para conseguir un plato de comida caliente en uno de los innumerables comedores sociales?

El dos por ciento ¿de qué? Espera, que me está entrando una risa en el riñón izquierdo, ¡es que me parto! Pero, para parto el que tuvo la madre que los parió, la madre que los crió con sus generosas ubres (Las madres de los políticos siempre son pechugonas, eso creo. Así aprenden, ellos, a mamar de la teta grande, y mamando, mamando…). Una pila de años criando a un hijo para que se meta a político a los treinta, después de hacer todos los master posibles sobre las mil y una maneras de joder al ciudadano. Engrosando, así, las filas de la muy vetusta archicofradía del sacrosanto leño introducido en las profundidades más abismales del, políticamente correcto, ojete. Treinta años, ¡treinta cerdos! que pudo haber criado la tetuta madre, y así nos hubiera ido mucho mejor a todos…

De tristes y de contentos. Tristes los de siempre, contentos: ¡los de siempre!, claro. Veo tristeza en las calles, veo sufrimiento, derrota, impotencia, desesperación, ¡dolor! Y pienso, pienso en las palabras de don Camilo José Cela: ¡Jodido, pero contento! Y creó que dicha frase es aplicable a nuestra actual situación, y, sí no lo es, deberíamos intentar hacerla cierta. Jodidos ¡sí!, pero no debemos dejar que nos quiten nuestra joya más preciosa: la alegría. Tenemos derecho a la felicidad, a la lucha por conseguir nuestra dicha, a mirar a nuestros seres queridos con el brillo de la primavera en nuestros ojos. Es lo único que no pueden y no deberían quitarnos !jamás!

‘Nuestros miedos nos hacen cobardes’

J.S.P


1 comentario:

  1. Estamos llegando al noveno círculo de la comedia, y no somos conscientes de ello.
    Virgilo.

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Muchas gracias. JSP 3.0

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